Ejercicios mentales para fortalecer tu mente y prolongar tu vida

Ejercicios mentales para fortalecer tu mente y prolongar tu vida

El cerebro cambia con la edad y las funciones mentales cambian con ella. El deterioro mental es común y es una de las consecuencias más temidas del envejecimiento: perder la memoria, no tener rapidez mental o incluso padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer es una de los grandes temores que tenemos todos, pero podemos evitarlo fortaleciendo y cuidando de nuestra mente desde ya.

Índice

¿Cómo cambia el cerebro a medida que envejecemos?

A medida que envejecemos, se producen muchos cambios en las estructuras del cerebro. Por ejemplo, se pierden neuronas (aunque el número de estas es tan grande que su efecto es pequeño) y estas son propensas a los efectos del estrés oxidativo.

Esta pérdida de células cerebrales junto con la disminución de conexiones neuronales hace que el cerebro disminuya ligeramente en tamaño y peso.

Esto hace que se experimenten con frecuencia pérdidas leves de memoria y sentimos que nuestro cerebro va “más despacio”. El tiempo que tarda el cerebro en procesar la información y responder a los estímulos puede volverse más lento. Esto puede afectar la velocidad de pensamiento, la memoria de trabajo y otras habilidades cognitivas.

La plasticidad cerebral también tiende a disminuir, lo que puede hacer que sea más difícil para el cerebro adaptarse a nuevas situaciones o aprender nuevas habilidades.

Por último, en el cerebro de algunas personas pueden acumularse placas de proteína beta-amiloide y ovillos de proteína tau, que están asociados con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Estas acumulaciones pueden interferir con la función cerebral normal y contribuir al deterioro cognitivo.

Ejercicios y consejos para fortalecer tu mente y evitar su deterioro

Para evitar las pérdidas cognitivas que se producen por el envejecimiento, debemos entrenar nuestro cerebro al igual que entrenamos nuestros músculos y estos consejos pueden ayudarnos:

1- Haz ejercicio físico. La actividad física regular sirve también para entrenar el cerebro ya que ayuda a generar neuronas, reducir el estrés y aumentar nuestra capacidad de concentración. También aumenta la cantidad de pequeños vasos sanguíneos que llevan sangre rica en oxígeno a la región del cerebro responsable del pensamiento. El ejercicio también reduce la presión arterial, mejora los niveles de colesterol, ayuda a equilibrar el azúcar en la sangre y reduce el estrés mental, todo lo cual puede ayudar tanto a tu cerebro como a tu corazón. Haz ejercicios aeróbicos o entrenamientos de fuerza de manera regular.

2- Sigue una dieta saludable. Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras de hoja verde, pescados azules, frutos secos, aguacates, aceite de oliva virgen extra, mucha agua y té verde, sustancias que favorecen la salud cerebral.

3- Lee mucho. Novelas, biografías, cómics o incluso revistas… Pocas actividades son mejores para el cerebro que la lectura ya que aumenta la concentración, mejora la reserva cognitiva, fortalece las conexiones neuronales y reduce el estrés. Saca tiempo a menudo para leer.

4- Juega a videojuegos. Varios estudios han comprobado que los videojuegos aumentan los reflejos, la memoria, la coordinación, la atención o la toma de decisiones. No creas que es una actividad solo para niños o adolescentes, un rato de videojuegos (sin pasarse) es bueno para todos.

5- Haz ejercicios para fortalecer tu memoria como aprender un nuevo idioma, crucigramas, sudokus, acertijos o adivinanzas… cualquier actividad que rete a tu mente y le haga superarse.

6- Usa tu mano no dominante. Si eres diestro, usa la izquierda y si eres zurdo, la derecha para hacer actividades como escribir, cepillarte los dientes, usar el móvil o cualquier otra actividad que obligue a tu mente a usar el lado opuesto al dominante.

7- Cambia tus rutinas. Las rutinas nos dan seguridad, pero también adormecen nuestro cerebro ya que ponemos el modo automático en marcha y no hacemos que el cerebro trabaje. Cambia ligeramente alguna de tus rutinas o el orden de tus tareas para tener el cerebro activo.

8- Haz actividades nuevas. Las actividades cerebrales estimulan nuevas conexiones entre las células nerviosas e incluso pueden ayudar al cerebro a generar nuevas células, desarrollando "plasticidad" neurológica y construyendo una reserva funcional que proporciona una protección contra futuras pérdidas celulares. Cualquier actividad nueva, que nunca hayas hecho, puede ayudarte en esto.

9- Cuida tu presión arterial. La presión arterial alta en la mediana edad aumenta el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez. Cuida tu peso, evita el exceso de sal, haz ejercicio con regularidad, reduce el estrés y come sano.

10- Mejora tu nivel de azúcar en sangre. La diabetes es un factor de riesgo importante para la demencia. Si tienes los niveles de azúcar en sangre altos, consulta a tu profesional de medicina.

11- Evita el colesterol LDL. Los niveles altos de colesterol LDL se asocian con un mayor riesgo de demencia.

12- Evita el tabaco y el exceso de alcohol ya que ambas sustancias son muy perjudiciales para la salud cerebral.

13- Cuida tus emociones. La ansiedad, el estrés o el pesimismo empeoran las funciones cognitivas. Evita el estrés y aprende a gestionar las emociones para que estas no afecten de manera negativa a nuestro cerebro. Practica técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda, el yoga o el tai chi para ayudar a reducir el estrés y promover la calma mental.

14- Protege tu cabeza de accidentes y lesiones ya que aumentan el riesgo de deterioro cognitivo.

15- Cuida tus amistades y familiares. Los vínculos sociales fuertes se han asociado con un menor riesgo de demencia, así como con una presión arterial más baja y una esperanza de vida más larga. La interacción social puede estimular el cerebro, mejorar el estado de ánimo y promover la salud mental en general.

16- Duerme bien. El sueño y el descanso son fundamentales para que el cerebro se recupere del estrés y el gasto de energía del día y realice una serie de procesos fisiológicos que contribuyen a fijar la memoria, fortaleciendo el cerebro. Intenta mantener un horario de sueño regular y asegúrate de obtener la cantidad de sueño recomendada para tu edad.

 

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Ideas clave

  • A medida que envejecemos, se producen muchos cambios en las estructuras del cerebro. Por ejemplo, se pierden neuronas (aunque el número de estas es tan grande que su efecto es pequeño) y estas son propensas a los efectos del estrés oxidativo.
  • Esta pérdida de células cerebrales junto con la disminución de conexiones neuronales hace que el cerebro disminuya ligeramente en tamaño y peso.
  • Esto hace que se experimenten con frecuencia pérdidas leves de memoria y sentimos que nuestro cerebro va “más despacio”.
  • La plasticidad cerebral también tiende a disminuir, lo que puede hacer que sea más difícil para el cerebro adaptarse a nuevas situaciones o aprender nuevas habilidades.
  • Por último, en el cerebro de algunas personas pueden acumularse placas de proteína beta-amiloide y ovillos de proteína tau, que están asociados con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Estas acumulaciones pueden interferir con la función cerebral normal y contribuir al deterioro cognitivo.
  • Para fortalecer tu mente y evitar su deterioro debes hacer ejercicio físico, seguir una dieta sana, leer mucho, jugar a videojuegos, hacer ejercicios para la mente, usa la mano no dominante, cambiar tus rutinas, hacer actividades nuevas, cuidar tu presión arterial, los niveles de azúcar y el colesterol, evitar el tabaco y el exceso de alcohol, cuidar tus emociones, proteger tu cabeza de lesiones, cuidar tus amistades y dormir bien. 

Enfermedades relacionadas

Fuente:

 

 

  • Salthouse, T. A. (2009). When does age-related cognitive decline begin? Neurobiology of Aging, 30(4), 507-514.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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