Prevención del cáncer para vivir más

Prevención del cáncer para vivir más

El cáncer es la segunda causa de mortalidad en el mundo y, en muchos casos, lamentablemente no hay tratamiento si se detecta en etapas muy avanzadas. La buena noticia es que hasta un 40% de los cánceres se pueden prevenir siguiendo una serie de consejos. ¿Quieres saber cuáles son?

Índice

El cáncer y la mortalidad

El cáncer es un término que engloba un grupo numeroso de enfermedades que tienen en común el desarrollo anormal de las células de un órgano o tejido que se dividen y crecen sin control provocando una serie de síntomas. Si no se trata a tiempo y de manera adecuada, puede llevar a la muerte. 

El cáncer es la segunda causa de mortalidad en el mundo por detrás de las enfermedades cardiovasculares según la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, es una de las enfermedades que más han crecido en los últimos años y se espera que siga así. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), dos de cada tres hombres y hasta una de cada tres mujeres serán diagnosticados de cáncer a lo largo de su vida.

A pesar de los increíbles avances en medicina e investigación de los últimos años, todavía hay muchos tipos de cáncer que no se pueden curar o tratar, por lo que las personas afectadas fallecen en pocos meses tras su detección.

No obstante, la esperanza de vida depende del tipo de tumor, de su localización, del tratamiento disponible y, sobre todo, de su estadio, es decir, de si se encuentra localizado o si ya ha causado metástasis a otros órganos del principal.

Por eso, parte importante de la prevención del cáncer son las revisiones médicas rutinarias en aquellos tumores en los que existen pruebas de detección temprana, como el cáncer de cuello de útero, de mama, de colon, de próstata, etc.

Además, si bien es cierto que el cáncer puede tener un componente genético o hereditario, este tipo de tumores representan solo entre el 5 al 10% de todos los cánceres. Es decir, factores externos como la alimentación, los hábitos de vida, la salud general, la exposición a agentes cancerígenos y/o factores ambientales… son responsables del 90% de los cánceres. Esto significa que hay mucho que podemos hacer para prevenir el desarrollo del cáncer y, por lo tanto, para vivir más.

¿Cómo prevenir el cáncer?

1. Nada de tabaco

El consumo de tabaco no solo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, esófago, laringe, páncreas, vejiga, riñón o boca, sino de todos los tipos de cáncer ya que las sustancias tóxicas del tabaco dañan las células de todo el organismo. El tabaquismo es el responsable del 30% de las muertes por todos los cánceres y hasta del 80-90% del cáncer de pulmón, uno de los más letales.

Lo mejor es no haber fumado nunca, pero si eso ya no es posible porque no se puede viajar al pasado, deja de fumar cuanto antes. 5 años después de haber dejado de fumar disminuye a la mitad el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga y el riesgo de cáncer de cuello se iguala al de un no fumador. 10 años después también disminuye a la mitad el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, laringe o páncreas. Dependiendo de la cantidad y el tiempo que hayas fumado, el riesgo tiende a equilibrarse hasta niveles casi iguales que la población no fumadora.

2. Lleva una dieta saludable

La base de una dieta saludable es una alimentación basada en alimentos frescos y naturales libres de procesado como las frutas, las verduras, los cereales integrales, los pescados, las carnes magras, los huevos, las legumbres… Por lo tanto, se deben evitar los azúcares añadidos y los ultraprocesados.

Un ejemplo de dieta saludable es la mediterránea, que reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama, de colon, de estómago… Esta dieta es rica en fibra gracias a su contenido en vegetales y baja en grasa animal. Además, contiene alimentos como el aceite de oliva que son especialmente protectores o la L-teanina del té verde, que también puede prevenir el cáncer. 

3. Mantén un peso saludable

El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar cáncer, por lo que es importante mantener un peso saludable, es decir, un índice de masa corporal entre 18.5 y 24,99. Mantener un peso saludable podría reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama, próstata, pulmón, colon y riñón. La obesidad es responsable de uno de cada 20 cánceres en Europa.

Si sufres obesidad es necesario que te pongas en manos de un nutricionista que te indique la mejor dieta en tu caso para perder peso y así tener una mejor salud y reducir el riesgo de morir por cáncer, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico…

4. Nada o poco alcohol

El alcohol debe ingerirse siempre con mucha moderación, lo que implica beber de manera ocasional. El alcohol se relaciona con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, colon, pulmón, riñón e hígado.

5. Ejercicio físico regular

En muchos casos, el desarrollo del cáncer está vinculado a un estilo de vida sedentario. Por lo tanto, el ejercicio físico regular puede prevenir el desarrollo de algunos tumores.

Para conseguir beneficios se recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa. Además, se debe combinar con ejercicios de entrenamiento/fuerza al menos 3 veces por semana.

6. Protégete del sol

El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los más prevenibles. Aunque es cierto que tomar el sol es beneficioso para nuestra salud, no se debe estar al sol más de 10 o 15 minutos sin protección solar. Por eso, se aconseja evitar el sol en las horas centrales del día, cuando los rayos son más fuertes; usar de manera frecuente una crema de protección solar con un factor adecuado a nuestro fototipo de piel; usar sombrero y gafas de sol; cubrir nuestra piel lo más posible; evitar las lámparas de rayos UVA.

7. Vacúnate

La prevención del cáncer incluye la protección contra ciertas infecciones virales que aumentan el riesgo de algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, la vacuna contra la hepatitis B reduce el riesgo de cáncer de hígado; la vacuna del virus del papiloma humano (VPH) protege contra el cáncer cervical y otros cánceres genitales, así como cánceres de células escamosas de la cabeza y el cuello.

8. Realízate revisiones médicas regulares

Los autoexámenes y exámenes regulares son esenciales para detectar a tiempo para varios tipos de cáncer, como el cáncer de piel, de colon, de cuello uterino y de mama. Una detección temprana de estos tumores supone, en muchos casos, la curación total o, al menos, aumenta de manera considerable la esperanza de vida.

Por eso, la medicina preventiva indica realizar citologías cada año a partir de los 30 años y mamografías cada 2 años desde los 40 años.

Además, se debe hacer cribado de cáncer de colon en hombres y mujeres mayores de 50 años mediante la prueba de sangre en heces. Y cribado de cáncer de próstata en hombres mediante tacto rectal o la prueba de sangre para detectar el antígeno prostático específico (PSA).

Además, si tienes antecedentes de cáncer en la familia, sobre todo de algunos tipos de cáncer, se aconseja hacerse un screening genético para determinar si existen mutaciones que aumenten el riesgo.

9. Evita el estrés

Cuando sufrimos estrés de forma continuada, en el cuerpo se liberan sustancias proinflamatorias como la proteína C-reactiva por el hígado, el cortisol o la adrenalina por las glándulas suprarrenales. Y el cáncer es favorecido por un ambiente inflamatorio para desarrollarse.

Además, las células cancerosas son especialmente receptivas a esas sustancias, que les ayudan a crecer.

Por otra parte, el cortisol o la adrenalina bloquean la acción de los linfocitos T, las células de nuestro sistema inmunológico que luchan contra el cáncer.

Por eso, debemos evitar el estrés continuado mediante prácticas como el mindulness o la meditación, el yoga, la respiración profunda, procurando organizarnos bien y delegar cuando haga falta…

10. Respira aire sano

Aunque no siempre es posible elegir el sitio donde vivir, debemos evitar los lugares muy contaminados ya que la contaminación es un factor de riesgo de cáncer. También podemos estar en contacto con la naturaleza y salir a pasear al aire libre siempre que sea posible.

11. Evita la exposición innecesaria a la radiación

Hazte pruebas médicas con radiación solo cuando sea necesario. Revisa tu hogar en busca de radón residencial, que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Pero no te preocupes por la radiación electromagnética de las líneas eléctricas de alto voltaje o la radiación de radiofrecuencia de microondas y teléfonos móviles. Hasta donde la evidencia científica puede determinar, no causan cáncer.

12. Evita sustancias tóxicas

Evita la exposición a toxinas industriales y ambientales como fibras de asbesto, benceno, aminas aromáticas y bifenilos policlorados (PCB).

En el trabajo, protégete de cualquier sustancia nociva. Se estima que un 5% de los casos de cáncer son atribuibles a la exposición de factores cancerígenos laborales que podrían evitarse siguiendo la normativa de protección de la salud y seguridad laboral.

13. Obtén suficiente vitamina D

Muchos expertos ahora recomiendan de 800 a 1.000 UI al día, una meta que es casi imposible de lograr sin tomar un suplemento. Aunque la protección está lejos de ser comprobada, la evidencia sugiere que la vitamina D puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata, cáncer de colon y otras enfermedades malignas.

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Ideas clave

  • El cáncer es un término que engloba un grupo numeroso de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales que se dividen, crecen y se diseminan sin control en cualquier parte del cuerpo, causando una serie de síntomas y, en último término, la muerte si no se tratan adecuadamente.
  • El cáncer es la segunda causa de mortalidad en el mundo por detrás de las enfermedades cardiovasculares según la Organización Mundial de la Salud. La esperanza de vida depende del tipo de tumor, de su localización, del tratamiento disponible y, sobre todo, de su estadio, es decir, de si se encuentra localizado o si ya ha causado metástasis a otros órganos del principal.
  • Si bien es cierto que el cáncer puede tener un componente genético o hereditario, este tipo de tumores representan solo entre el 5 al 10% de todos los cánceres. Es decir, factores externos como la alimentación, los hábitos de vida, la salud general, la exposición a agentes cancerígenos y/o factores ambientales… son responsables del 90% de los cánceres. Esto significa que hay mucho que podemos hacer para prevenir el desarrollo del cáncer y, por lo tanto, para vivir más.
  • Entre los factores principales de prevención encontramos no fumar, seguir una dieta saludable, mantener un peso saludable, beber muy poco alcohol o nada de nada, hacer ejercicio físico de manera regular, protegerse del sol, vacunarse, realizar revisiones rutinarias, evitar el estrés, respirar aire sano, evitar la exposición innesaria a la radiación, evitar sustancias tóxicas y tener buenos niveles de vitamina D.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

   
  • Basen-Engguist K, Brown P, Coletta AM, Savage M, Maresso KC, Hawk E. Lifestyle and cancer prevention. In: Niederhuber JE, Armitage JO, Kastan MB, Doroshow JH, Tepper JE, eds. Abeloff's Clinical Oncology. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 22.
 

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Tomás Duraj

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