Ser optimista te ayudará a vivir más y mejor

Ser optimista te ayudará a vivir más y mejor

¿Eres de los que ven el vaso medio lleno o medio vacío? El optimismo es la actitud o tendencia de ver y juzgar las cosas en su aspecto positivo, o más favorable, y es una capacidad que nos puede ayudar no solo a superar los problemas y seguir adelante, sino también a vivir más tiempo y en mejores condiciones.

Índice

¿Eres optimista?

El optimismo es un atributo psicológico caracterizado como la expectativa general de que sucederán cosas buenas, o la creencia de que el futuro será favorable porque se pueden controlar los resultados importantes.

Las personas optimistas tienen una serie de características:

- Ven los fracasos como una oportunidad para aprender y crecer

- No se comparan con los demás

- Son realistas

- Tienen la autoestima alta y mucha confianza en sí mismos

- Saben buscar estrategias para motivarse

- Disfrutan del presente y no se preocupan del futuro

- Luchan por lo que quieren

- No se preocupan por las críticas

- Saben controlar sus emociones

Las personas optimistas tienen menos riesgo de enfermar

Según un estudio (1) realizado a lo largo de 8 años centrado en las mujeres, las personas optimistas tienen un riesgo notablemente menor de morir por enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria e infección en comparación con los menos optimistas.

Las mujeres en el 25% superior en la escala de optimismo tenían un 30% menos de posibilidades de morir a causa de las enfermedades analizadas que las mujeres en el porcentaje inferior. Las cifras se desglosaron aún más: los optimistas tenían un riesgo 16% menor de morir por cáncer, un riesgo 38% menor de morir por enfermedad cardíaca, 39% menos riesgo de morir por accidente cerebrovascular, 38% menos de probabilidades de morir por enfermedad respiratoria y el 52% en cuanto a infección.

Los investigadores creen que esto se debe a que las personas con actitudes más positivas tienden a participar en comportamientos más saludables (dieta sana, ejercicio físico). Asimismo, estudios previos sugieren que las personas optimistas suelen tener más educación e ingresos, lo que también favorece el cuidado de la salud. Investigaciones anteriores también han indicado que el optimismo puede estar asociado con una probabilidad reducida de una variedad de afecciones relacionadas con la salud, como un perfil de lípidos poco saludable o diabetes mellitus tipo 2.

El optimismo y la longevidad

A medida que la esperanza de vida ha aumentado en los países industrializados, la longevidad excepcional, comúnmente definida como una supervivencia a los 85 años, se ha vuelto menos rara. La investigación en diversos organismos demuestra constantemente que los aumentos en la esperanza de vida suelen ir acompañados de morbilidad tardía. Por lo tanto, los factores que promueven una longevidad excepcional son muy importantes para la salud pública, ya que pueden prolongar la duración de una buena salud.

La investigación sobre longevidad excepcional se ha centrado en gran medida en identificar factores biomédicos (por ejemplo, variantes genéticas) asociados con una mayor supervivencia, pero la evidencia emergente sugiere que también contribuyen factores no genéticos. Estudios epidemiológicos recientes han identificado activos psicosociales como el optimismo como posibles predictores de una vida más larga, basados en hallazgos que relacionan un mayor optimismo con un riesgo reducido de desarrollar enfermedades crónicas del envejecimiento y la mortalidad prematura.

Pero, además, otra investigación (2) demuestra que el optimismo está específicamente relacionado con un 11 a 15% más de vida útil, en promedio, y con mayores probabilidades de lograr una “longevidad excepcional”, es decir, vivir hasta los 85 años o más. Estas relaciones son independientes del nivel socioeconómico, las condiciones de salud, la depresión, la integración social y los comportamientos de salud (por ejemplo, tabaquismo, dieta y consumo de alcohol).

Los datos se obtuvieron con dos cohortes diferentes, una de mujeres y otra de hombres, con un seguimiento de 10 años. Así consiguieron obtener resultados como que las mujeres en el cuartil de optimismo más alto versus el más bajo tenían un 14,9% más tiempo de vida. Los hallazgos fueron similares en los hombres. Los participantes con los niveles de optimismo más altos frente a los más bajos tenían 1,5 (mujeres) y 1,7 (hombres) mayores probabilidades de sobrevivir hasta los 85 años; estas relaciones se mantuvieron incluso después de ajustar las conductas de salud.

Las personas optimistas tienden a tener metas y la confianza para alcanzarlas; por lo tanto, el optimismo puede fomentar hábitos que promueven la salud y reforzar la resistencia a los impulsos no saludables a través de un mayor compromiso con las metas, una resolución de problemas más eficaz y el ajuste de las metas cuando se vuelven inalcanzables.

Además de promover comportamientos más saludables, existen otras posibles explicaciones para las asociaciones del optimismo con una vida más larga. Teniendo en cuenta las vías psicosociales, las personas más optimistas pueden experimentar una reactividad emocional menos extrema y una recuperación más rápida de los factores de estrés agudo. Cuando se enfrentan a dificultades, los individuos más optimistas parecen tener una mejor capacidad para regular las emociones a través de rutas cognitivas, como reformular situaciones como desafíos en lugar de amenazas, o mediante mecanismos conductuales, como resistirse a recompensas inmediatas al servicio de objetivos a más largo plazo.

Teniendo en cuenta las vías biológicas, los niveles más altos de optimismo se han relacionado con perfiles de biomarcadores más saludables en los sistemas cardiovascular, metabólico, inmunológico y pulmonar.

En resumen, un mayor optimismo se asoció con mayores probabilidades de lograr una longevidad excepcional, con una tendencia positiva evidente en todos los niveles de optimismo. Es importante destacar que estas asociaciones se replicaron en 2 cohortes independientes y de magnitud notablemente similar en hombres y mujeres, después de ajustar por posibles factores de confusión y posibles variables intermedias.

Por lo tanto, el optimismo puede ser un recurso psicosocial importante para extender la vida útil de los adultos mayores.

¿Cómo ser más optimista?

El optimismo es heredable en un 25% aproximadamente, pero también está determinado por factores estructurales sociales y se puede aprender. Es decir, incluso las personas más negativas pueden aprender a ser más optimistas y positivas. Así que, si ese es tu caso, no te preocupes y echa un vistazo a estos consejos para ser más optimista y así vivir más y mejor:

- Cada mañana, al levantarte, elige ser feliz.

- Cambia tu mentalidad para no ver siempre el aspecto negativo de las cosas. Cuando te ocurra algo malo, intenta buscar el lado bueno o, al menos, no deprimirte pensando en ello, sino buscar una solución al problema y una salida.

- Rodéate de gente feliz y optimista.

- Vive el presente y no te preocupes por el futuro.

- Cuida tu salud física y mental. Si no tienes las herramientas necesarias para ello, no dudes en buscar ayuda en un psicólogo o un profesional de medicina antiaging

- Aprende a dar las gracias.

- Disfruta de las pequeñas alegrías del día a día.

- Sé más amable y solidario.

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Ideas clave

  • El optimismo es un atributo psicológico caracterizado como la expectativa general de que sucederán cosas buenas.
  • Las personas optimistas tienen un riesgo notablemente menor de morir por enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria e infección en comparación con los menos optimistas.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • (1) Optimism and Cause-Specific Mortality: A Prospective Cohort Study, Eric S. Kim Kaitlin A. Hagan Francine Grodstein Dawn L. DeMeo Immaculata De Vivo Laura D. Kubzansky. American Journal of Epidemiology, Volume 185, Issue 1, 1 January 2017, Pages 21–29, https://doi.org/10.1093/aje/kww182
 
  • (2) Optimism is associated with exceptional longevity in 2 epidemiologic cohorts of men and women, Lewina O. Lee, Peter James, Emily S. Zevon, Eric S. Kim, Claudia Trudel-Fitzgerald, Avron Spiro III, Francine Grodstein, and Laura D. Kubzansky. PNAS September 10, 2019 116 (37) 18357-18362; first published August 26, 2019; https://doi.org/10.1073/pnas.1900712116

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Tomás Duraj

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